Una de las reformas o modificaciones más recurrentes en nuestras casas es el cambio de suelo o pavimento. Tras unos años viviendo en una casa, es muy común que nos cansemos de verla siempre de la misma forma, con el mismo estilo decorativo y aspecto, y nos planteemos darle un cambio de imagen o un “lavado de cara” para deshacernos de las modas y tendencias decorativas pasadas y actualizar nuestro hogar. A estos efectos, uno de los cambios a los que más solemos recurrir es el cambio de suelos de nuestra casa, además de la pintura de paredes o el lacado de puertas.
Si de cara a la primavera, tú también te planteas poner al día tu casa y cambiar ese suelo viejo y desgastado que queda tan deslucido, a continuación traigo para ti las mejores ideas y tendencias de suelos para casas.
¿Qué tipos de suelo puedo poner en mi casa?
A la hora de hacer reformas en nuestras casas, los suelos son una de las partes más importantes. Gracias a él podemos definir el estilo decorativo y la personalidad que queremos que tenga nuestro hogar. Pocas decisiones hay más importantes, a la hora de decorar una casa, que el suelo por su gran impacto y su capacidad para marcar la estética general de una casa.
No obstante, más allá de los aspectos estéticos y decorativos, es vital que prestemos atención a cuestiones como la comodidad y practicidad a la hora de su limpieza y mantenimiento, su adaptación a los cambios climáticos y estacionales, si tenemos niños en casa… Todos estos puntos nos ayudarán a dar con el suelo perfecto para nuestra casa y nuestro estilo de vida.

Para que comiences a hacerte una idea de los suelos que puedes instalar en tu casa, toma nota de cuales son los tipos que podemos encontrar y cuáles son las tendencias:
- Tarima flotante, esta es una de las opciones más elegidas actualmente. Este tipo de pavimento está formado por láminas independientes, que se unen de forma muy sencilla. Esta elección nos puede hacer abaratar costes, dependiendo del modelo que elijamos. Como resultado, tendremos una imitación casi idéntica a la madera o a la piedra, dependiendo del modelo.

La tarima flotante es un suelo muy fácil de mantener. Además, en caso de desgaste podemos sustituir las piezas deterioradas con mucha facilidad, sin tener que retirar todo el suelo.
- La madera natural es perfecta para crear espacios cálidos, por ello es la preferida de la mayoría de personas. También se les conoce como parquet. Gracias a ella podemos aportar luz a nuestras casas, ya sean modernas o clásicas. Es muy fácil de limpiar, si bien es cierto que requiere de más cuidados que otros tipos de suelos para casas.

Antes de instalarla debes tener en cuenta que este tipo de pavimento no es apto para zonas húmedas de la casa, como los baños o la cocina. Podemos elegirlos con diseños regulares, aunque las tendencias indican que los diseños irregulares, tipo espiga o formas geométricas serán lo que más veamos de ahora en adelante.
- Suelos de bambú, un material que se ha puesto muy de moda en los últimos años y se está consolidando por sus características y apariencia. Es muy resistente, además de económico, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, gracias al ciclo de crecimiento de esta planta.

Tienen una apariencia muy similar a la madera, pero con vetas más intensas y marcadas. Ante los tratamientos y recubrimientos como los barnices o tintes, presenta un buen comportamiento y resultado. De hecho, los hay con tratamientos especiales que los hace aptos para cocinas y cuartos de baño.
- Baldosas, perfectas para cualquier tipo de vivienda. Las fabrican con materiales resistentes y duraderos. Podemos encontrarlas como cerámica, porcelanas, terrazo… Son suelos con un mantenimiento muy fácil, aunque su instalación suele ser compleja. El contra que podemos encontrarle es que son suelos muy fríos, tanto de temperaturas como a nivel estético. Aunque por suerte, ya los fabrican con tantas variedades que esta cuestión es fácil de solucionar.

Dentro de esta variedad, podemos encontrar las baldosas hidráulicas, muy de moda en los últimos años. Con ella se forma mosaicos y otros diseños decorativos de lo más variado. Su nombre procede del proceso de fabricación por el que se obtienen.

- La piedra natural para los suelos es una gran idea. Aunque su coste inicial será un poco más elevado, en poco tiempo lo amortizarás gracias a su enorme resistencia. De hecho es tan resistente y duro, que probablemente nunca tengas que repararlo. Hoy en día podemos encontrar un montón de modelos como el mármol, el granito, el cuarzo…

Con la piedra natural, sobretodo en el caso del mármol, podemos conseguir un efecto espejo si lo mantenemos con brillo y lo pulimos cada cierto tiempo.
- El microcemento y hormigón son suelos a prueba de humedades (son impermeables), con mucha resistencia y fáciles de limpiar. Suelen ser muy económicos, aunque su instalación es complicada. Con ellos conseguimos un gran aislamiento, aunque se trata de un material frío. Además, con este tipo de suelos es muy fácil salvar cualquier desnivel que presente la superficie del suelo.
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Dan una apariencia de tipo industrial o minimalista, aunque podemos verlos en todo tipo de decoraciones. Aunque la única variante que podemos encontrar en este tipo de suelos para casas es el color, gracias al uso de colorantes. Se extienden como una única capa y no necesitan juntas de dilatación, por ello dan sensación de continuidad. Esta opción se ha convertido en una tendencia en los últimos años, y cada vez son más las casas en las que podemos encontrarlo.
- Los suelos de vinilo son una opción muy económica por el tipo de material y por su fácil instalación, ya que no se necesita de un profesional para ello, al colocarlos directamente sobre el suelo anterior. Además, con ellos conseguimos un efecto aislante tanto al frío como al calor.
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Podemos encontrarlos en muchos modelos, imitando otros materiales como la madera, piedra, ladrillos… o con estampados tipo azulejos hidráulicos. La desventaja que podemos encontrar en ellos, es que son poco resistentes al uso y al tiempo. Por ello, será necesario cambiarlo cada cierto tiempo. Por último, debes tener en cuenta que están pensados para interiores. Por lo que, olvídate de instalarlos en el balcón, jardín o terraza.
- El linóleo cuenta con un acabado muy similar a vinilo. Su diferencia es que este se obtiene a partir de fibras naturales y orgánicas. Esta opción cada vez es más recurrente en las casas gracias a su sostenibilidad, resistencia y durabilidad. Podemos encontrarlo en un montón de modelos y diseños.

Su desventaja suele ser el precio, ya que es un material complejo, y su mantenimiento, ya que se recomienda pulirlo cada dos años.
- Los suelos porcelánicos en piezas grandes también son otra de las opciones más demandadas en los últimos años. Este tipo de suelos destaca por imitar otros materiales como las piedras, la madera o el cemento.

La ventaja de los porcelánicos es la de aprovechar sus aspectos positivos al mismo tiempo que conseguimos el diseño que nos gusta.
- Las moquetas sirven para recubrir cualquier suelo de las casas y conseguir calidez. Tienen un coste muy bajo y se instalan con mucha facilidad, aunque para algunas personas con alergias pueden ser un inconveniente, ya que suelen concentrar y acumular polvo y ácaros.

Por otra parte, también está muy de moda combinar diferentes materiales, estilos o colores para un mismo suelo. Una de las combinaciones más vistas, con grandes resultados es baldosas hidráulicas en una cocina abierta al salón, y tarima flotante o parquet en la zona de la sala de estar. Esta es una alternativa estupenda para separar ambientes y dar mayor sensación de amplitud.
¿Cómo debe ser el mejor suelo para mi casa?
El mejor suelo será aquel que nos garantice resistencia frente al uso y desgaste diario, que tenga durabilidad, que sea de fácil limpieza y, por supuesto, que sea resistente a la humedad.
Por otra parte, debes tener en cuenta que no hay un único suelo para toda la casa. Dependiendo de la estancia deberás elegir entre los más convenientes, dependiendo de sus características, como es el caso de los cuartos de baño, las cocinas o las terrazas.

¿Cuál es el mejor suelo para la cocina?
Piensa que la cocina es una zona de batalla, en la que caerá todo tipo de cosas al suelo, agua, aceite, comida, salsas… Además, el suelo de esta zona tendrá que soportar constantes cambios de temperatura y humedad. Por otra parte, la limpieza de esta zona es más exigente que en el resto de la casa, por lo que los productos que empleemos serán más específicos y químicos. Por ello, para el suelo de la cocina no sirve cualquier material. Las mejores opciones son:
- Suelos de cerámica, que podemos encontrar de muchos tipos según composición y acabados. Las más comunes y tradicionales son las baldosas esmaltadas, aunque eso no implica que no podamos ser más innovadores y saquemos un poco los pies del tiesto. Las ventajas de este tipo de suelos son su durabilidad, fácil limpieza e impermeabilidad. Por ello, no es de extrañar que sea una de las opciones más tradicionales.

Dentro de las baldosas de cerámica podemos encontrar todo tipo de acabados, incluso los hay con efecto madera para un aspecto más tradicional.
- Los suelos porcelánicos son otra alternativa para la cocina por su durabilidad y resistencia. También podemos encontrarlos en un montón de modelos, variedades de colores y acabados (mate, semibrillo o brillantes). Lo podems encontrar en piezas con bordes rectificados, incluso.

- Suelos de piedra como la pizarra, que cuentan con carácter impermeable. Podemos encontrarla en muchas tonalidades, aunque la negra sigue siendo la más habitual.

El granito o el mármol son otros tipos de piedra que se puede colocar en el suelo de las cocinas. Lo mejor de ellas es cómo envejecen con el paso del tiempo.
- Los suelos laminados son la alternativa perfecta cuando queremos disfrutar del efecto de la madera en nuestra cocina, pero no queremos sufrir por su mantenimiento. No obstante, debes elegir una variedad que no se estropee con el agua y la limpieza frecuente, apta para ambientes húmedos.

- En la cocina también podemos optar por los suelos de vinilo. De hecho cada vez los fabrican más específicos para estas zonas y no tienen nada que ver con los modelos que se instalaban antiguamente.

- El linóleo es una alternativa natural que podemos emplear en nuestras cocinas, ya que es perfectos para zonas con mucho tránsito. Está disponible en rollos o en losetas, y es una forma perfecta de darle un aire vintage a nuestras cocinas.

- El suelo de microcemento es otra opción muy recomendada para las cocinas. Aunque en esta zona necesitarás aplicarle tratamientos específicos antideslizantes e impermeables, ya que de por sí no cuenta con propiedades impermeables.

- Los suelos hidráulicos para las cocinas, que como bien he comentado antes, son una de las tendencias más empleadas estos últimos años.

¿Cuál es el mejor suelo para un cuarto de baño?
Por los mismos motivos que en el caso anterior, la humedad, no todos los tipos de suelos son aptos para los cuartos de baño. Por suerte, en la actualidad a diferencia de épocas anteriores, el sector de los pavimentos para cuartos de baño ha mejorado muchísimo, ampliando su diversidad y oferta.
De esta forma, podemos encontrar todo tipo de materiales para instalar el suelo de nuestro cuarto de baño, como: la piedra natural, como el mármol o el granito, ciertos laminados especiales para zonas húmedas, suelos porcelánicos, azulejos y baldosas hidráulicas, suelos de microcemento y suelos de vinilo.

¿Cuál es el mejor suelo para exteriores?
En cuanto a exteriores, debemos tener en cuenta que por sus características requiere de unas mínimas exigencias que no podemos obviar, y no todos los tipos de suelos y materiales cumplen con ellas. Por ello, la oferta de suelos de exterior suele ser más limitada. No obstante eso no implica que no tengamos una oferta variada entre la que elegir.
Una de las opciones más destacadas en los últimos años son las tarimas sintéticas, fabricadas a base de resinas. Con ella podemos conseguir todo tipo de diseños como baldosas, piedra… aunque las más común sigue siendo la madera. Uno de los motivos de ser la opción más empleada es el escaso mantenimiento que necesitan, su durabilidad y la diversidad de modelos.

Otra opción son los suelos de composite para exteriores, un material que imita a la madera natural, aunque también podemos encontrarlo con otros diseños. Cuentan con mucha versatilidad y a penas requiere mantenimiento, por ello son ideales para cualquier exterior. Además, no se agrieta o se pudre. Está elaborado con resinas sintéticas reciclables.

En exteriores también podemos emplear suelos de piedra, obviamente. Sin duda, son de los más resistentes, por ello son los más usados en jardines. Aunque la desventaja es que su coste de instalación es elevado y requiere de profesionales.

Los suelos de cerámica también son aptos para exteriores, y podemos encontrarlos en muchos diseños y formatos. Son muy fáciles de instalar y duran muchos años, a pesar de las condiciones climáticas.

El cemento es otra alternativa para suelos de exterior, gracias a su versatilidad y bajo coste. Eso sí, asegúrate de que lo pone un profesional experimentado para obtener el aspecto adecuado.

¿Qué puede costar cambiar el suelo de mi casa?
Para tener un cálculo aproximado del presupuesto que debes invertir en el cambio del suelo de tu casa, debes tener en cuenta aspectos como el tipo de pavimento que instalarás, la superficie donde lo colocarás, así como sus dimensiones, el proceso de instalación y los materiales que necesitarás.
Por otra parte, el precio diferirá sustancialmente si contratamos una empresa que lo haga o si nos encargamos nosotros mismos de hacerlo. Si eres un manitas y te animas a hacer tu mismo, siempre tienes la alternativa de comprar los materiales en tiendas de pavimentos como Paviservi. De esta forma, ahorrarás en los costes de forma considerable.

Cambiar los suelos de nuestras casas no es precisamente un trabajo sencillo y barato. Por ello, es importante tomar la decisión adecuada y estar seguros de que, pasados muchos años, estaremos igual de satisfechos como el primer día.